…bailar sin parar…

…bailar sin parar… Día Internacional de la Danza 2020 *Gracias a la visión poética de la fotografía de Ramon Merino

YA LO SABEMOS, el planeta que habitamos nos lleva en una danza elíptica que no se detiene. Nosotros contenidos en este mundo somos persistentes muestras de movimiento. Hoy ante este reto, nos toca reconocer nuestra danza interna, la que vibra, la que se emociona, la que es estratega inteligente y habita cada una de nuestras células. No importa el lugar donde estemos, nos toca hornar el espacio interno y darle presencia para mantenernos bailando y en vida, en la debida vida, sin parar y hasta después de muertos.

Hace ya varios años que la danza se ha impuesto ante mi, seduciendome a participar desde distintas manifestaciones, confieso que me siento inútil ante una coreografía y respeto mucho a quienes tienen la disciplina para seguir instrucciones de este tipo. Hace cuatro años soy danzante de luna, lo cual me ha abierto un panorama de realidad que no deja de cautivarme, Muchas gracias ABUELA Guadalupe Retiz Tonalmitl por ser un Ser que sigue su inspiración y a la vez inspiradora de este movimiento energético que involucra cada año a miles de mujeres de esta Tierra. El 2019 para mí fue especialmente vertiginoso y grandioso por muchas razones, la presencia de mi MAESTRO Diego Piñón, fue sin duda esencial para entrar en un proceso de integración de lo que he vivido, estudiado, creído, liberado, é incluso ignorado. Él es alguien por quién yo me siento.. que me ha “sacado el jugo”, o donde más bien yo he encontrado un territorio confrontante que respeto absolutamente y por lo tanto me invita a abrirme; su dirección le ha dado cause a mis más ocultos precipicios y lanzarme para desbarrancarme una y otra vez hacía los lugares menos habitados de mí, lugares que se han quedado ¡por fin! abiertos, espaciosas instancias por dónde hoy puedo bailar. Así bailando los temores, los arrebatos, los odios, los resquemores, los infiernos y las más blandas locaciones de la rendición, donde habitan los más puros amores y vuelan hervores, los pálpitos se exaltan y se desaparecen, las lágrimas profundas fluyen encontrando el luminoso e íntimo hogar personal.

A esta imagen yo la llamo LOS ESTADOS DEL CORAZÓN, el imparable danzante qué aviva nuestra existencia humana y qué transita por los ritmos más insospechados, literal va al son que le toca, hasta qué en un instante eterno se le siente menos ajeno y aprovecha y se acopla totalmente a uno para convertirse en el complice perfecto, solo estaba esperando ser escuchado con suma atención y así se alinea para unificarse el propio corazón, con el corazón del cielo, con el corazón de la tierra. Gracias a todas las danzas nocturnas que me llevan a sitios infinitos. Gracias a todas las danzas que diariamente me involucran en el vivir y que se suscitan en los encuentros o las conversaciones con un@s y otro@s. ¡En qué gran RUMBA estamos metidos! Gracias a “cada uno de quienes” bailan conmigo, compartiendo sus propios ritmos, sus arritmias y así vamos creando nuevos, prósperos compases.

Gracias en especial a mi hijo con quien descubro múltiples estilos dancísticos. y en especial g r a c i a s…. a quien hoy despierta en mi simetrías de armonía amorosa, baile desconocido al que me entrego con toda confianza y fe.

<3

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