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LAS NUEVAS FAMILIAS, SON LAS RESPETUOSAS

  • gabrielagarzaservin@gmail.com
  • 3 dic 2013
  • 3 Min. de lectura

Sin pretexto la vida nos pone a prueba constantemente.

El aceptar, desaprobar, evadir o reclamar descontroladamente sobre los designios de nuestro entorno es una decisión pocas veces propia, algunas solo imitada como consecuencia de nuestros actos históricos o simplemente en el afán de pertenecer decidimos en base a la mayoría colectiva. Nos gusten o no, nos percatarnos de los pasos de la humanidad y es inevitable el cambio que sufre la sociedad en todos sentidos.

En el 1976, en especifico a mis seis años fui precursora del divorcio. Es decir, de mi escuela, en una población de aproximadamente 200 familias me convertí en la primera "pobrecita" niña a la que los padres se le divorciaban.

Lo cual fue un tema de polémica en su momento entre vecinas, maestras y las mamás de mis compañeros pues les resultaba muy novedosa por decirlo así, la nueva forma de vida por la que valientemente había optado mi madre y no aceptada del todo.

No es que no estuviéramos al tanto del divorcio “!”voluntario”!” de Ana Bolena y Enrique VIII, ya desde muchos años antes, pero evidentemente estaban cambiando las familias, fue hasta 1979 cuando nuestra consentida Meryl Streep gana su primer Oscar por la intrépida referencia fílmica "Kramer contra Kramer", donde las separación es ya una alternativa más.

Con los años en mi generación escolar de 25 niños se fueron separando los padres, quedando al día de hoy solo seis familias intactas.

Hoy nosotros convertidos en adultos ya hemos incursionado en nuestras propias separaciones y ya estamos siendo invitándonos a las segundas y en escasos casos a las terceras nupcias de nuestros compañeros.

Hace pocos días aquí en la ciudad conocí a una pequeña persona maravillosa de cuatro años, llena de inteligencia, amor por al vida, toda la motivación, rebosando salud, una sonrisa infantil tan grandiosa que no se encuentra en cualquier ser solo por ser niño. Además de todas estas virtuosas características juntas y como consecuencia de todo esto, cuenta con el amoroso e incondicional reto de sus padres, dos caballeros que están logrando en una convivencia estructurada, alegre y llena de detalles que el crecimiento de este pequeño adoptado sea de lo más agradable. El los presenta como “mis padres” con toda la naturaleza que la apertura de su corazón le permite.

Gustavo Loza nos presento en el 2011 la película La Otra Familia donde se toca el tema de la adopción entre parejas homosexuales, esta cinta desarrolla con gran sensibilidad esta historia en la consciencia de la poca aceptación que tiene un caso así.

Seguramente habrá más de estas nuevas parejas en la ciudad, al igual que se están dando en el mundo entero y estos adultos quienes están dedicando a su bebés la calidad que muchos hemos perdido, estarán dándonos la oportunidad de demostrar nuestro amplio criterio, por lo tanto total respeto.

No todos corremos con la misma suerte, cada quien tenemos mas que suficiente con elaborar nuestro propia proceder como para encima agarrarnos de otra situación para dispersarnos en ella.

Posdata La aceptación no es solo de algunos cuantos, como seres humanos nos unen las mismas incertidumbres, obsesiones , ansiedades a unos se nos nota mas que otros, las mismas necesidades de atinarle a la manera mas adecuada de vivir , pero no será hasta que comprendamos esto que podamos avanzar y cambiar el juzgar por autentica admiración, es muy valioso el ejemplo de quienes acatan la responsabilidad consigo mismos y con sus semejantes.

 
 
 

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